El rostro, además de ser espejo del alma y la principal carta de presentación, es probablemente una de las partes del cuerpo que mejor refleja las inclemencias del tiempo.
El consumo de alcohol o tabaco, una alimentación inadecuada, la polución ambiental, el maquillaje y las propias secreciones de la piel están en el origen de las impurezas que aparecen en nuestra piel y que dificultan e incluso llegan a impedir que la piel respire adecuadamente.
Normalmente llevamos la cara descubierta, independientemente de la estación del año, por lo que, a lo largo del día, va acumulando suciedad que obstruye los poros y constituye un medio idóneo para el desarrollo de una gran cantidad de microorganismos que obstaculizan el normal funcionamiento de la fisiología cutánea.
Es importante que sepas que el uso exclusivo de agua como agente limpiador no es suficiente. Si bien ayuda a eliminar algunos tipos de suciedad, es necesario, que al menos 1 vez al mes, se recurrirá a una ayuda extra para eliminar la grasa superficial que se acumula en la piel, y hacer así posible una buena transpiración cutánea.
La limpieza o higiene facial es una técnica profesional que elimina todas las impurezas acumuladas, oxigenando la piel perfectamente hasta quedar limpia y radiante, consiguiendo las condiciones ideales para recibir y aprovechar otros tratamientos.
El tratamiento de higiene facial consistirá en eliminar todo tipo de suciedad superficial (maquillaje, grasa, filtros solares…) y profunda (impurezas), una exfoliación para una correcta renovación de la piel, seguido de una apertura de poro para eliminar puntos negros. Una vez limpia la capa más profunda de la piel se procederá a la desinfección cutánea y a la realización de un masaje personalizado en función del estado de tu piel (calmante, tonificante, antiarrugas…).
La frecuencia recomendada para realizar este procedimiento dependerá del tipo de piel que tengas, puede variar desde una vez a la semana hasta una vez al mes. Esto dependerá de si tu piel tiene tendencia acneica, sensibilidad, grasa…
Recuerda, una limpieza facial profesional es la forma más eficaz de realizar una higiene facial profunda y renovar la apariencia de tu rostro. Despídete de los puntos negros yrecupera tu luz natural conseguiendo un rostro consentido y bien cuidado que refleje la juventud que llevas dentro.
Como bien sabes, mejorar el aspecto de nuestra piel es primordial para aportar salud, luminosidad, y suavidad.
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¡No lo dejes pasar! Anímate a dar a tu piel la oxigenación que necesita.4
